No hay ninguna estrella igual a otra, de la misma manera en que todas son parecidas...y todas son necesarias, y ninguna imprescindible.

El dinero sustituyó al valor.

Definición actualizada de "legalidad": herramienta tras la que escudarse con el propósito de evadir la propia responsabilidad. Ampliamente utilizada para alcanzar pretensiones sin límites, desmedidamente egoistas, con peligrosa indiferencia hacia la sociedad y la destrucción que este uso provoca en ella, despreciando y dificultando la sana convivencia entre los individuos que la conforman.

Buen aliento.

De la realidad emanan tus fantasías, nuestras fantasías configuran la realidad, que no es más que la expresión del sueño que es vivir, un sueño que no podemos abarcar (porque acaso somos nosotros los que pertenecemos al sueño, y no al revés). Sin embargo, es posible compartir las fantasías, de forma que éstas se asocien y complementen, para configurar una realidad en común...

Tuya...mía...qué más da.

Estás en tu casa, sé hospitalario.

No tienes absoluto poder sobre tu vida, y quizás ni te corresponda tenerlo, pero sí eres el único dueño de tu persona y el máximo responsable de ella.

No existe victoria final ni derrota definitiva...al menos no mientras estés vivo.

No esperes luz exterior que ilumine tus sombras, eso corre de tu cuenta y riesgo. Sin embargo, la luz interior puede ser común si se comparte y exterioriza.

Ten confianza y no te dejes asustar por el miedo.

No te esfuerces en leer lo que no hay escrito.
No te empeñes en interpretar lo que ya escribiste.
Simplemente escribe.

Disfruta,
hoy es el día más importante de tu vida.

El rencor nace de la impotencia, el desprecio de la prepotencia, y el recelo de la inseguridad.

Sonríe, y distinguirás.

Inexorablemente

Hubo un tiempo en el que no había nada que deseara más que el que tú deseases pertenecerme, como yo ya te pertenecía a ti, y hubiese renunciado a todo por ello, me hubiese abandonado a un fatal destino, hubiese pagado cualquier precio, hubiese soportado cualquier castigo, te hubiese cuidado y defendido como único sentido de mi vida...y no habría habido nada que me hubiese hecho más feliz, me hubiese sentido el más dichoso, el más afortunado, el favorito, tocado por la yema para lo que nunca habría de suceder...pero ese tiempo ya pasó.

Era tuyo, pero así, por supuesto, no podías rendirte a mí.

Ahora vuelvo a caminar solo, y ya no busco tu mano. Y ahora pertenezco a alguien, que es dueño de sí mismo, que no es otro que el que escribe aquí.

Y sin querer te digo te quiero
y cuando quiero no sé decírtelo.

No hay tiempo que perder, pero tampoco ningún tiempo que recuperar.